Periodista, director del Cabildo y ex titular del Inadi, habla de su experiencia al frente de Mundo Villa, el grupo de medios surgido de los asentamientos. Dice que en la Ciudad se mantiene un componente racista muy fuerte.
Víctor Ramos considera que su mayor defecto es ser un optimista enfermizo. Cuando en el año 2000 dejó la titularidad de Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) lanzó una ONG llamada Mundo Villa: un emprendimiento periodístico destinado a que los habitantes de las villas de la Ciudad pudieran construir el relato de lo que les sucede cotidianamente en primera persona, un intento de visibilizar a los invisibles del distrito más rico de la Argentina. No le fue nada mal: el emprendimiento fue creciendo y hoy existen Mundo Villa.com, Mundo Villa TV, la radio FM Mundo Sur y está por llegar a los kioscos una publicación en papel del trabajo que realizan. Por eso, irónicamente, Ramos dice que no está en contra de los multimedios. Editor de Mundo Villa y director del Cabildo Nacional, Ramos conversó con Diario Z de los ciudadanos a los que muchos, incluido a su modo de ver el actual jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, preferirían no ver
El 4 de diciembre organizaron una gran marcha hacia la Jefatura de Gobierno porteño. ¿Qué era lo que pedían?
Fue para hacer notar de una manera distinta a la sociedad porteña que hay un sector excluido muy importante. Fue una movilización cultural: no fue ni con capuchas, ni con palos, ni con violencia. Fue otro modo de mostrar a los invisibles, a los discriminados de la Ciudad, que son, en primer lugar, los inmigrantes (de los países latinoamericanos, de los países asiáticos o de las provincias) ya que, para Macri, un provinciano es un extranjero en esta Ciudad. Hicimos una representación artística donde venían caminando y bailando con los ponchos criollos salteños y con los vestidos las chinitas típicas del interior del país. Mezclados con las danzas bolivianas, paraguayas, peruanas. Planteamos que Buenos Aires es una gran ciudad cosmopolita. Ya no europea como lo fue, sino auténticamente morena, criolla. Buenos Aires es la Nueva York del sur, por lo pretenciosa y por lo cosmopolita. La propuesta que hacemos nosotros, en contraposición a la Ciudad aislada que pretende Macri, es una Buenos Aires Capital Cultural Latinoamericana.
¿Macri los recibe habitualmente? ¿Tienen diálogo con algún ministro o funcionario?
Macri no, hace varios años que intentamos un diálogo. Apenas he logrado tener contacto indirecto con Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social, e indirecto con María Eugenia Vidal, la vicejefa. Sí he tenido contacto directo con Humberto Schiavone, presidente de la Corporación Buenos Aires Sur. Nobleza obliga, él ha hecho esfuerzos muy grandes por urbanizar las villas, pero no tiene ni siquiera el 5 por ciento del presupuesto que necesitaría. Lo que demuestra que hay una política clara de Macri de no urbanizar las villas. Él cree que urbanizar las villas es pintarlas de colores, cuando lo que se necesita es agua y cloacas. Los vecinos quieren pagar impuestos, pero ¿qué impuestos van a pagar si no hay allí ni alumbrado, barrido y limpieza?
En esa línea, ¿cómo se combate el prejuicio de mucha gente que critica a la gente que vive en las villas porque no pagan ningún impuesto y encima se quejan?
Son prejuicios que se combaten culturalmente. Y el prejuicio suele caer cuando conocés al otro y dejás de temerle. Mundo Villa surge como una necesidad de expresión, de contar la otra realidad. De todos modos, yo creo que Macri no es el peor racista: peores son los que lo votan. Él es el mejor dentro de ese grupo social reaccionario.
¿Cómo llega a esa conclusión?
Lo vemos en los portales de las páginas web de los distintos medios de comunicación, donde la gente muestra sus peores y mejores cosas. Y ahí ves el grado de racismo profundo que anida en miles de personas. Sin embargo, se da una paradoja en la Ciudad.
¿Cuál es?
Estamos en la Ciudad más rica de la Argentina y tal vez de América Latina. Los pobres son minoría: sobre 3 millones de habitantes, sólo 300 mil personas están en situación de pobreza extrema. Hay una voluntad política de Macri de no invertir en los sectores pobres. Porque su base social lo repudia cuando hace una acción en ese sentido.
¿Un porcentaje considerable de los habitantes de las villas no lo vota a Macri?
En las últimas elecciones, perdió en la 21, en la 1-11-14 y en la 31. Y en la 21, que es donde venimos realizando un trabajo cultural con Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación, de una manera muy decidida, estuvimos en el 70 por ciento de los votos.
¿Cuál es el problema más grave en las villas? ¿La droga, la inseguridad, la falta de futuro?
Lo que veo es que en los jóvenes de las villas hay optimismo. Y se manifiesta con un alto nivel educativo, van a la escuela, aunque las escuelas no dan abasto. Pero el principal problema que hay es la invisibilidad y, yendo a sectores minoritarios, hay pibes que tienen la autoestima muy baja y se vinculan a la droga y a la violencia, pero no es menor que en cualquier otro barrio. Hoy las villas son barrios obreros.
¿El SAME sigue sin entrar a las villas?
El servicio de salud es un desastre. Le hemos iniciado a Macri una causa por abandono de persona. Es más: el director de Mundo Villa fue asesinado, muerto por una puñalada. Y no lo mató la puñalada: lo mató la ambulancia del Same que no fue a buscarlo en tiempo y forma. Le iniciamos una causa al entonces ministro Jorge Lemus, pero la justicia no acompañó y ahí quedó. Cualquier pueblo de dos mil habitantes tiene una ambulancia. ¿Cómo puede ser que un barrio de 60 mil personas no tenga una ambulancia? La propuesta que le hicimos con el padre Pepe al gobierno de la Ciudad es que los choferes de las ambulancias sean vecinos del barrio. Estamos tratando con Coscia de inventar una ambulancia cultural porque la Secretaría de Cultura no puede andar comprando ambulancias.
Recientemente se difundieron las cifras de muertes violentas en la Ciudad que relevó la Corte Suprema. Los porcentajes del sur triplican a los del norte. ¿Por qué pasa esto?
Y las muertes violentas que hay en el norte de la Ciudad están asociadas a la violencia de género, más que en los sectores populares. En el sur, hay más muertes violentas entre jóvenes, que están asociadas naturalmente al hacinamiento. El hombre naturalmente busca un espacio vital para vivir. Y si vos tenés una pieza con seis, siete personas, se genera violencia. Por eso también hay violencia en las cárceles.
¿Qué pasa con el paco y el narcotráfico en las villas?
Los grandes narcotraficantes están en los countries. Las villas son víctimas y los pobres consumen la droga de los pobres: el alcohol y el paco. El alcohol también está haciendo estragos. Fijate en los programas de la televisión amarilla cómo se agarran a trompadas, a palazos, los pibes a la salida de los boliches. En la villa lo que ocurre es que hay lugares donde los pibes directamente van a morir: las ranchadas.
¿Cómo es eso?
Algunos pibes, al final de su vida, siendo tan jovencitos, sin salida con el paco, se juntan a la orilla del riachuelo, en casillas, donde ya terminan enfermos, desnutridos, abandonados y mueren. Son fantasmitas. Como elefantes que van a buscar la muerte. Cuando ya les robaron a la madre, al padre, a la abuela. Cuando ya salieron a la calle, manotearon una cartera, compraron el paco, ya no tienen ni siquiera fuerza para seguir robando. Se hacen ellos mismos transas para poder consumir y después venden las zapatillas, regalan el pantalón y van a morir a orillas de Riachuelo.
¿Cuál cree usted que es el mayor logro de Mundo Villa para cambiar esta realidad?
Es haber incorporado a centenares de chicos en los talleres de periodismo y de cine porque de ese modo se ven: salen en la tele, suben su artículo, suben su poesía y pasaron de no existir a existir. Y de golpe se sientan con una ministra o con un funcionario y les empiezan a hacer preguntas. Ellos tienen mucho miedo porque son adolescentes y ven que hay una inversión de roles porque el funcionario y la ministra también se empiezan a poner nerviosos.
¿Y los funcionarios del macrismo les dan entrevistas?
A veces sí. A Carolina Stanley, la primera pregunta que le hizo un grupo de chiquitas de 14 años fue cuánto ganaba. Y se la rebuscó para no contestar. La segunda pregunta que le hicieron fue: ¿Te casaste por amor o por interés? También entrevistaron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Mundo Villa lo que permite es que una cantidad enorme de pobres se sientan parte de un proyecto.
¿Cuál fue la historia que más lo conmovió en estos años?
La historia de Gustavo Benítez, un chico amigo que ya falleció. Le decían El Paragua aunque era misionero. Ese pibe integró una guerra de pandillas en la villa 21 que duró unos siete años. Hubo más de 60 muertos, del 97 al 2004. Él inventó una ONG llamada Los Heridos del Sur y convocó a los líderes de los grupos armados y les dijo: Vamos a bajar los fierros. Tuvo un predicamento muy fuerte y empezó a unir a la gente para desarrollar proyectos como el asfalto. Con la ayuda de Daniel Filmus, que entonces estaba al frente del Ministerio de Educación, armaron un taller de formación profesional. Gustavo cayó en el paco de nuevo, se le diagnosticó un cáncer y empezó a revolver la basura. Yo lo rescaté y lo invité a hacer el guión de una película, pero él ya estaba muriendo. Incluso en sus últimos minutos de lucidez, colaboraba. Era muy filósofo, un soñador. Siguiendo el camino de Gustavo, encaramos la gran obra que es la Casa de la Cultura, hoy sede de la Secretaría de la Cultura en la villa 21.
Preguntas de la A a la Z
A. ¿Edad? 58.
B. ¿Barrio donde vive? Caballito.
C. ¿Estado civil? Casado.
D. ¿Signo? Virgo.
E. ¿Religión? Católico.
F. ¿Equipo de fútbol? Boca Juniors
G. ¿Sus hijos van a escuela pública o privada? Privada
H. ¿Nivel educativo? Soy periodista. Tengo secundario. completo.
I. ¿Cree en la amistad entre el hombre y la mujer? Claro.
J. ¿Tiene algún vicio le gustaría dejar? Ya dejé el cigarrillo.
K. ¿Hace terapia? ¿Hace cuánto tiempo? Sí, hice.
L. ¿Qué está leyendo ahora? Monteagudo, de Pacho O`Donnell.
M. ¿Infusión favorita? Mate.
N. ¿Cuál es su lugar preferido de la Ciudad? El bar del Cabildo.
Ñ. De chico, ¿qué quería ser cuando fuera grande? Quería ser grande.
O. ¿Dibujito animado preferido? No tengo, porque cuando vivíamos en Uruguay, de chico, no teníamos televisión.
P. ¿Una salida nocturna? Cenar con mi compañera.
Q. ¿Su comida preferida? Milanesa napolitana.
R. ¿Un defecto? Soy un optimista enfermizo.
S. ¿Una virtud? No las conozco.
T. ¿Un personaje preferido de la historia? Felipe Varela.
U. ¿Un hecho que le cambio la vida? La 1.050. Algunos saben de lo que hablo.
V. ¿A qué hora se acuesta y se despierta? Me despierto 7:30 y me acuesto a la una.
W. ¿Cena en su casa? Sí.
X. ¿Un programa familiar preferido? Almorzar todos juntos los domingos.
Y. ¿Una cábala? No tengo.
Z. ¿Cuál fue su primer trabajo y a qué edad? Aprendiz gráfico en una imprenta a los 16 años.
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